Ruta clásica de otoño, con mucho duende, de bosque, colores y paisaje, haciendo una alfombra de hojas gran parte del camino.
dejando un recuerdo de una ruta llena de encanto con un regalo visual de gran belleza.
Nuestra ruta empieza en el hotel en el Tiemblo.
empezamos una subida progresiva y pistera que no lleva a el área recreativa del castañar, para visitar primero el refugio y seguidamente “el Abuelo” un árbol centenario que es ya punto de obligada visita en esta ruta.
Llegar al alto antes de la bajada a Casillas es bello entre colores y el manto de hojas pero duro, haciéndonos desmontar a la mayoría en algunos tramos.
La bajada al pueblo de Casillas nos sigue regalando preciosas vistas, valle del Tiétar me dicen.
la flor pitufa(suerte) hace que tras una semana incierta el sol nos regalase su color en la mayor parte de la ruta. Asomándose entre las nubes.
En Casillas pueblo repostamos y empezamos el puerto de Casillas haciendo una parada en el prado, donde una ermita completa una imagen de postal.
Rodamos junto al arrollo de la Iruela, que da nombre a su valle, en estos días de lluvia torrentoso, en la bajada al aun mermado embalse del burguillo.
Ya en Las Cruceras junto a su ermita una pasarela de madera nos acerca al embalse antes de llegar al Tiemblo.
Solo se podía terminar tan espectacular ruta con una comida a la altura donde las especialidades de la tierra completaron de gusto y sabor esta buena jornada de mtb.
